Temario Módulo Profesional: "Estructuras de Construcción"
Módulo profesional: Estructuras de Construcción
Equivalencia en créditos ECTS: 6.
Código: 0562. Duración: 128 horas
1. Estática de fuerzas y geometría de masas:
2. Resistencia de materiales. diagramas de esfuerzos:
3. Soluciones estructurales. materiales y dimensionado:
4. Reconocimiento de las características del terreno:
5. Soluciones constructivas para cimentaciones y elementos de contención:
6. Identificación de maquinaria y operaciones para movimiento de tierras:
7. Utilización de programas informaticos:
El almacenamiento de productos químicos peligrosos es una actividad de alto riesgo, y es crucial que las instalaciones donde se guardan estos materiales estén preparadas para prevenir y controlar cualquier incidente relacionado con incendios. No solo es una cuestión de cumplir con la normativa vigente, sino también de proteger la vida humana, el medio ambiente y las infraestructuras.
De acuerdo con el Reglamento de Almacenamiento de Productos Químicos (RAPQ) y otras normativas complementarias como el Código Técnico de la Edificación y el Reglamento de Seguridad contra Incendios en Establecimientos Industriales, el cumplimiento de las medidas de seguridad es imprescindible para cualquier tipo de almacenamiento químico.
Las medidas pasivas son aquellas que ayudan a limitar la propagación del fuego, retrasando su expansión e impactando positivamente en los tiempos de evacuación y la efectividad de las tareas de extinción y uso de extintor. Entre las principales medidas de protección pasiva se destacan:
Los muros cortafuegos se utilizan para compartimentar los espacios dentro de un almacén de productos químicos peligrosos. Estos muros están construidos con materiales resistentes al fuego, lo que permite que, en caso de incendio, las llamas no se propaguen rápidamente. Estos muros son fundamentales para evitar que el fuego se expanda a otras áreas y para facilitar la intervención de los bomberos, quienes podrán controlar el incendio con mayor eficacia.
Los productos químicos inflamables deben almacenarse en armarios ignífugos homologados. Estos armarios ofrecen una alta resistencia al fuego y están diseñados específicamente para evitar que las sustancias químicas reaccionen con el calor, lo cual podría provocar una explosión o un incendio de mayor magnitud. Los armarios ignífugos deben estar certificados y cumplir con las normativas vigentes para garantizar su eficacia.
Los contenedores modulares resistentes al fuego permiten almacenar productos químicos de forma segura y flexible, incluso en espacios de dimensiones reducidas. Estos contenedores están diseñados para resistir el fuego durante un periodo prolongado, lo que aumenta el tiempo de reacción en caso de un incendio. Son una solución ideal para aquellos productos que necesitan ser transportados o almacenados de manera móvil.
Las medidas activas son aquellas que entran en acción una vez que el fuego ha comenzado a propagarse. Estas medidas son fundamentales para controlar y extinguir el fuego rápidamente, minimizando los daños y riesgos asociados. Algunas de las medidas más eficaces en los almacenes de productos químicos peligrosos son:
El extintor de incendio es uno de los equipos más comunes en la protección contra incendios, pero su efectividad depende del tipo de incendio. Los extintores deben ser seleccionados en función de las características del agente químico almacenado. Por ejemplo, si se almacenan productos inflamables líquidos, es imprescindible contar con extintores de clase B. Para fuegos de metales, se debe contar con extintores de clase D. La correcta elección y ubicación de los extintores es crucial para una respuesta rápida y eficaz.
Las bocas de incendio equipadas (BIE) son una de las primeras medidas activas que se pueden utilizar en caso de un incendio. Están compuestas por mangueras de alta presión y otros elementos necesarios para extinguir el fuego. Las BIE deben estar distribuidas estratégicamente en el almacén, de manera que puedan ser utilizadas de inmediato para contener el fuego antes de la llegada de los servicios de emergencia.
Los sistemas fijos de extinción, como los rociadores automáticos y los sistemas de espuma, son una opción eficaz para combatir incendios en instalaciones de productos químicos. Los rociadores automáticos se activan cuando detectan un aumento de temperatura, liberando agua sobre el fuego y controlando su propagación. En el caso de incendios más complejos, como aquellos provocados por productos químicos, los sistemas de espuma son más eficaces, ya que cubren la superficie del incendio y limitan la disponibilidad de oxígeno, apagando las llamas rápidamente.
Cada tipo de producto químico peligroso presenta riesgos únicos que deben ser evaluados cuidadosamente. Es fundamental realizar una evaluación de riesgos detallada para identificar las características de los productos almacenados, su carga de fuego, y el tipo de incendio que podrían generar. Esta evaluación permite seleccionar las medidas de protección adecuadas y combinarlas de manera efectiva.
Los fuegos provocados por aceite requieren un enfoque específico en su manejo y extinción. El aceite, al ser un combustible altamente inflamable, puede generar llamas intensas que son difíciles de controlar. En estos casos, es esencial contar con extintores de clase K, diseñados específicamente para este tipo de incendios. Los extintores de clase K utilizan agentes extintores que son capaces de enfriar rápidamente el aceite y evitar que el fuego se propague. Además, los sistemas automáticos de extinción, como los rociadores de espuma, también son efectivos para controlar estos incendios.
La protección contra incendios en el almacenamiento de productos químicos peligrosos no solo es un requisito legal, sino una necesidad para evitar accidentes graves que puedan poner en peligro la vida de las personas y la seguridad del entorno. Implementar medidas de protección pasiva y activa es esencial para garantizar la seguridad en el almacén.