20 de noviembre de 2015
El departamento de música, dentro de las jornadas de los Derechos del niño, realió unas actuaciones fuera del aula, para demostrar lo que NOS IMPORTA LA MÚSICA . Participó casi todo el alumnado de la asignatura de música donde hicieron una grabación con cinco motivos de música, danza, percusión e instrumentación. Quieren integrarse dentro de la actividad CBS (crea una banda sonora) dentro del II Encuentro de Innovación Educativa que lleva organizando a nivel nacional del percusionista y didacta Antonio Domingo.
Podemos ver el video aqui: https://vimeo.com/146426740?ref=tw-share
Por supuesto, también celebraron con esto el día de Santa Cecilia, patrona de la música.
En los oscuros pasillos de la educación, donde la ignorancia se esconde como un dragón de la desidia, surgió una historia peculiar, un cuento singular que me lleva a recorrer los recovecos de una escuela como testigo y protagonista. Era un día cualquiera en ese recinto de conocimiento, donde los niños de mi pueblo buscaban con miradas curiosas y brillos de incertidumbre aprender los secretos de la vida y la sabiduría.
El desafío que se presentó a los educadores fue cómo enseñar a estos jóvenes inquietos la importancia de los extintores. Aquellos aparatos de fuego que yacen en las esquinas de la escuela, como centinelas silenciosos que esperan su momento de gloria. Los maestros debían impartir esta lección crucial, pero ¿cómo? La respuesta llegó en forma de una historia hilarante y sorprendente que desató risas, asombro y, lo más importante, sabiduría.
El cuento comenzó en un aula de niños de primaria, con un maestro de pelo canoso y un extintor que yacía en la esquina, ignorado por todos. Este apacible maestro decidió que los niños debían entender la importancia de ese objeto que a menudo pasa desapercibido. Pero, en lugar de una charla aburrida y monótona, ideó una forma creativa de ilustrar su punto.
Una mañana, el maestro entró al aula con un pañuelo de seda y un bastón, como un auténtico mago. Se presentó como el Gran Profesor Ignis, maestro de la magia del fuego, y anunció que tenía una sorpresa. Los ojos de los niños se iluminaron, y su curiosidad se despertó de inmediato.
El Gran Profesor Ignis comenzó a explicar que, para convertirse en verdaderos magos del fuego, debían aprender el arte de apagar incendios. Pero, en lugar de llevarlos a una experiencia real de fuego, decidió hacerlo de manera más segura y humorística.
Con una varita mágica en una mano y el pañuelo de seda en la otra, Ignis hizo una demostración asombrosa. Hizo que el pañuelo se incendiara misteriosamente y, en un giro rápido, lo extinguió con una ráfaga de aire. Los niños miraban con asombro y risas nerviosas mientras el maestro hacía malabares con el fuego y el pañuelo.
"¿Quién quiere aprender el arte de apagar el fuego?" preguntó Ignis con una sonrisa traviesa. Los niños, emocionados, levantaron las manos al unísono.
El Gran Profesor Ignis les entregó a cada uno un pañuelo de seda y les mostró cómo hacerlo. Los niños sostenían sus pañuelos, imitando los gestos del maestro, y pronto estaban extinguiendo "incendios" imaginarios en el aula.
La lección continuó con más trucos mágicos, incluyendo llamas que surgían de un sombrero de copa y se extinguían con un simple soplido. Los niños se reían a carcajadas mientras aprendían el valioso arte de apagar incendios sin poner en peligro su seguridad.
Pero el Gran Profesor Ignis aún guardaba un as bajo la manga. Sacó un extintor real y les mostró cómo funcionaba. Les explicó que, aunque los trucos eran divertidos, el extintor era la herramienta verdadera para apagar incendios. Los niños observaron con atención mientras el maestro apuntaba el extintor y desataba una cortina de espuma blanca que cubría al Gran Profesor Ignis por completo.
La sorpresa y la risa llenaron el aula cuando el maestro emergió de la espuma como si hubiera sido tragado por una nube mágica. Los niños aplaudieron y rieron, y comprendieron que los extintores eran instrumentos poderosos que debían respetar y entender.
La lección del Gran Profesor Ignis se convirtió en un momento memorable en la escuela. Los niños se llevaron consigo un recuerdo divertido y valioso sobre la importancia de los extintores. Aprendieron que, aunque el fuego puede ser peligroso y aterrador, también puede ser dominado con las herramientas adecuadas y un poco de magia.
Desde ese día, los extintores en la escuela ya no fueron objetos ignorados en las esquinas, sino aliados mágicos para mantener a raya al dragón del fuego. Los niños se convirtieron en auténticos magos del fuego, listos para enfrentar cualquier emergencia con valentía y conocimiento.
Y así, en un rincón de la educación, se escribió una lección inolvidable en la que la creatividad, el humor y la sabiduría se unieron para enseñar a los niños una valiosa lección sobre la importancia de los extintores. La historia del Gran Profesor Ignis y su magia del fuego se convirtió en una leyenda en la escuela, una historia que se contaría una y otra vez, recordando a todos que el aprendizaje puede ser sorprendente y divertido, incluso cuando se trata de lecciones de seguridad.
En los días antiguos de un tiempo ya olvidado, cuando el mundo estaba sumido en sombras y los corazones de los hombres anhelaban aventura y descubrimiento, un grupo de jóvenes valientes se embarcó en una travesía inolvidable de Sevilla turismo. Estos jóvenes, estudiantes de un instituto en una tierra lejana, se encontraron en el umbral de una experiencia mágica que los llevaría a las profundidades de la historia y la cultura de la gloriosa Sevilla, en España. Su destino era una ganadería de reses bravas, un rincón sagrado donde la pasión y el coraje de estos majestuosos animales se entrelazaban con la historia de la región.
La aventura comenzó en un día soleado, cuando los rayos dorados del sol acariciaban la tierra andaluza. Los jóvenes, vestidos con ropas sencillas pero llenos de entusiasmo, se reunieron en la entrada de la ganadería. Allí, un anciano sabio que parecía haber nacido de la misma tierra, los recibió con una sonrisa sabia y arrugada. Era el guía, un hombre de historias interminables y conocimiento insondable, cuya voz parecía susurrar los secretos de la tierra y los tiempos inmemoriales.
El grupo, siguiendo al guía, se adentró en la ganadería como exploradores de un mundo antiguo. Los campos ondulantes se extendían ante ellos, teñidos de un verde intenso. Las colinas, cubiertas de misterio y promesa, se erguían como guardianes silenciosos de este reino donde las reses bravas habían sido criadas durante generaciones. La emoción y la anticipación llenaban el aire, mientras los jóvenes seguían a su guía por este mundo nuevo.
Las reses bravas, majestuosas y poderosas, pastaban con gracia en el horizonte. Sus cuernos, imponentes y elegantes, se alzaban hacia el cielo como símbolos de la fortaleza y la belleza que estos animales encarnaban. Los jóvenes observaban maravillados mientras el guía les contaba la historia de estas criaturas, inseparables de la identidad de Sevilla y de la tradición de la tauromaquia. A medida que las historias se desplegaban como antiguos pergaminos, los estudiantes comprendieron que estaban ante algo más que simples animales; eran guardianes de una herencia, testigos de la historia y la pasión de una tierra.
La visita ganaderia guiada los llevó a los establos, donde pudieron acercarse aún más a las reses bravas. Sus ojos curiosos reflejaban el resplandor del sol y la sabiduría de generaciones pasadas. El guía les habló de la importancia de mantener la pureza de la raza y del cuidado y dedicación que requería esta labor. Los jóvenes, inspirados por la devoción que veían, se sintieron conectados con la historia y la tradición de la ganadería.
La experiencia no se limitó solo a la observación, ya que los estudiantes tuvieron la oportunidad de participar en las actividades diarias de la ganadería. Bajo la guía de los experimentados vaqueros, ayudaron en la alimentación y el cuidado de las reses bravas, sintiendo la fuerza y el poder de estos animales de cerca. Cada tarea se convirtió en una lección de respeto y humildad, ya que los jóvenes aprendieron a apreciar la belleza de la naturaleza y la importancia de preservarla.
A medida que avanzaba el día, el sol comenzó a descender en el cielo, y la ganadería cobró vida con los colores cálidos del atardecer. Los jóvenes y su guía se sentaron alrededor de una hoguera, donde compartieron historias y canciones, como antiguos trovadores que celebraban la belleza y la pasión de Sevilla. La música y la danza se entrelazaron con las sombras de la noche, creando una atmósfera mágica que unía el pasado y el presente.
La noche cayó, y la luna se alzó en el firmamento, iluminando el camino de regreso. Los jóvenes dejaron la ganadería con el corazón lleno de gratitud y admiración por la tierra que habían explorado y las criaturas que habían conocido. Su visita había sido una lección de historia, cultura y respeto por la naturaleza, una experiencia mágica que cambiaría sus vidas para siempre.
En los días que siguieron, los jóvenes compartieron sus vivencias con amigos y familiares, extendiendo la magia de Sevilla a todos los que los rodeaban. Las lecciones aprendidas en la ganadería de reses bravas se convirtieron en tesoros que llevarían consigo a lo largo de sus vidas, recordándoles la importancia de preservar las tradiciones y la belleza de la tierra que habían tenido el honor de conocer.
Y así, en una tierra llena de historia y pasión, un grupo de jóvenes encontró la magia en la visita a una ganadería de reses bravas. En esa aventura, descubrieron no solo la belleza de la naturaleza y la historia de su tierra, sino también la fuerza y el coraje que reside en el corazón de todas las criaturas, grandes y pequeñas. En sus corazones, llevaron el espíritu de Sevilla, el legado de la ganadería y la promesa de un futuro en el que la belleza y la tradición perdurarían para siempre.
Abrir un negocio en Madrid implica cumplir con una serie de normativas municipales que garantizan la seguridad, accesibilidad y legalidad de la actividad. Uno de los requisitos más importantes es la licencia de actividad, un documento oficial emitido por el Ayuntamiento que autoriza el uso de un local, oficina o nave industrial para un fin concreto. Este trámite, aunque puede parecer complejo, resulta fundamental para que la empresa funcione sin problemas legales ni sanciones.
En esta guía detallada, explicamos cada paso necesario, los tipos de licencias, la documentación requerida, los plazos de resolución y los costes aproximados. Nuestro objetivo es ofrecer un contenido útil y claro para todos aquellos que deseen abrir su negocio en la capital española.
La licencia de actividad es un permiso que certifica que el local, nave o espacio destinado a un negocio cumple con las condiciones de seguridad, accesibilidad, salubridad y adecuación al uso previsto. Sin ella, no es posible desarrollar actividades económicas de manera legal.
Existen dos tipos principales de actividades:
Actividades inocuas: son aquellas que no generan molestias, residuos peligrosos ni contaminación. Ejemplo: tiendas de ropa, oficinas o librerías.
Actividades calificadas: implican riesgos, ruidos, contaminación o uso de productos inflamables. Ejemplo: bares, talleres mecánicos, discotecas o industrias.
En ambos casos, el trámite es obligatorio y debe realizarse antes de iniciar la actividad.
El primer paso consiste en recopilar la documentación necesaria, que suele incluir:
Proyecto técnico redactado por un ingeniero o arquitecto colegiado.
Planos actualizados del local o nave.
Certificado de compatibilidad urbanística.
Cumplimiento de la normativa de accesibilidad y contra incendios.
Justificante del pago de tasas municipales.
Es importante destacar que una licencia de actividad madrid puede tramitarse mediante declaración responsable, lo que permite abrir el negocio de forma inmediata bajo la responsabilidad del titular, siempre que toda la documentación esté en regla. Posteriormente, los técnicos municipales realizan una inspección para confirmar que se cumplen los requisitos.
El procedimiento administrativo se desarrolla en varias etapas:
Se realiza en la Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento de Madrid, presentando los datos de la actividad y el local.
Un especialista colegiado debe elaborar el proyecto, ajustado a la normativa vigente. Este documento será clave para evitar retrasos o rechazos.
Si se tramita por declaración responsable, el negocio puede abrir inmediatamente. En otros casos, habrá que esperar a la resolución oficial del Ayuntamiento.
Los técnicos verifican que las condiciones del local cumplen con las exigencias legales en seguridad, accesibilidad y protección contra incendios.
Finalmente, el Ayuntamiento emite la autorización definitiva para que el negocio opere con total legalidad.
Cumplir con la normativa de seguridad es un requisito indispensable para obtener la licencia. Uno de los elementos obligatorios son los sistemas contra incendios. En este sentido, los emprendedores suelen preguntarse dónde comprar extintor en madrid y qué modelos son los adecuados para su actividad.
Los extintores más comunes son:
Extintores de polvo ABC: aptos para fuegos sólidos, líquidos y eléctricos.
Extintores de CO₂: recomendados para instalaciones eléctricas y equipos tecnológicos.
Extintores de espuma: útiles en locales con presencia de líquidos inflamables.
Contar con el número adecuado de extintores y su correcta señalización no solo es obligatorio, sino que también transmite confianza a clientes y trabajadores.
Para quienes buscan extintores madrid, es importante conocer que la normativa exige:
Un extintor cada 15 metros de recorrido en interiores.
Al menos un extintor por planta.
Mantenimiento anual certificado por una empresa homologada.
Señalización visible y accesible en todo momento.
El incumplimiento de estas obligaciones puede retrasar la concesión de la licencia o incluso generar sanciones económicas.
El tiempo necesario para obtener una licencia varía según el tipo de trámite:
Declaración responsable: apertura inmediata.
Licencia ordinaria: resolución entre 1 y 6 meses, dependiendo de la complejidad del proyecto.
En cuanto a los precios, estos dependen de factores como:
Tipo de actividad (inocua o calificada).
Superficie del local o nave.
Obras de adecuación necesarias.
Tasas municipales.
De manera orientativa, un proyecto técnico puede oscilar entre 199 € y 600 €, mientras que las tasas municipales varían en función del distrito y la actividad.
¿Puedo abrir mi negocio sin licencia?
No. Abrir un negocio sin licencia implica multas y la posibilidad de cierre inmediato.
¿Qué diferencia hay entre licencia de apertura y licencia de actividad?
Son términos equivalentes. Ambos acreditan que el negocio cumple con las condiciones legales de uso.
¿Qué ocurre si el proyecto técnico contiene errores?
Un error puede retrasar el procedimiento o incluso obligar a comenzar de nuevo. Por ello, es esencial contratar profesionales especializados.
¿Qué beneficios tiene la declaración responsable?
Permite iniciar la actividad el mismo día de la presentación, siempre que la documentación sea correcta.
Asegúrate de contratar un técnico colegiado con experiencia.
Verifica que el local cumple con las condiciones urbanísticas antes de firmar un contrato de arrendamiento.
Revisa la normativa de accesibilidad y contra incendios desde el inicio del proyecto.
Guarda todos los justificantes de pago y copias de los documentos presentados.
Aunque el procedimiento exige cumplir con múltiples normativas, con la asesoría adecuada y una planificación cuidadosa, es posible obtenerla de manera rápida y sin complicaciones.
Además, la correcta instalación de extintores en Madrid y el cumplimiento de la normativa de seguridad no solo facilitan la obtención de la licencia, sino que también protegen la inversión y generan confianza en clientes y trabajadores.
Si estás pensando en abrir tu negocio, comienza cuanto antes el proceso de solicitud y asegúrate de rodearte de profesionales que te guíen en cada paso. De esta manera, tu proyecto podrá iniciar con todas las garantías legales y de seguridad.
En los últimos años, las compañías aseguradoras han incrementado sus requisitos en materia de seguridad contra incendios, especialmente en bares, restaurantes, hoteles, food trucks y dark kitchens. La razón es simple: la mayoría de los incendios en el sector de la hostelería se origina en la cocina, donde la acumulación de grasa y el uso constante de aceites a altas temperaturas elevan el riesgo de fuego de manera exponencial.
Las aseguradoras, conscientes de este riesgo, han comenzado a exigir sistemas de extinción automática certificados que actúen de manera inmediata y garanticen la protección del personal, las instalaciones y la continuidad del negocio. A continuación, explicamos por qué estas exigencias son cada vez más comunes y cómo pueden influir directamente en la validez de tu póliza de seguro.
Las estadísticas son claras: más del 60% de los incendios en cocinas industriales se originan en la zona de cocción o en la campana extractora. Este dato ha llevado a las aseguradoras a reforzar sus políticas y exigir la instalación de un sistema de extinción de incendios en campanas extractoras certificado bajo normas reconocidas como UL300, UNE-EN 16282-7 o UNE 23510.
Estos sistemas automáticos no solo detectan el fuego, sino que actúan en segundos, liberando agentes químicos diseñados para sofocar las llamas generadas por grasa caliente, evitando así que el incendio se propague al resto del local. Además, su instalación es un requisito indispensable para cumplir con el RIPCI (Reglamento de Instalaciones de Protección Contra Incendios) y con las políticas de la mayoría de aseguradoras que cubren riesgos en hostelería.
Uno de los aspectos más consultados por los propietarios de negocios es el precio sistema automático de extinción de incendios en cocinas, que puede variar según el tipo de local, el tamaño de la campana, el número de zonas de cocción y el tipo de agente extintor utilizado.
En términos generales, el coste total depende de:
Certificación del sistema (UL300, UNE-EN, FM, etc.).
Cantidad de boquillas y longitud del conducto a proteger.
Agente químico (acetato de potasio, potasio líquido o agente limpio).
Instalación y mantenimiento realizados por empresa autorizada.
Aunque el precio puede oscilar entre unos pocos cientos hasta varios miles de euros, es importante entender que se trata de una inversión obligatoria y estratégica, no un gasto. Un sistema certificado no solo protege tu cocina, sino que garantiza la cobertura completa del seguro y evita denegaciones de indemnización en caso de siniestro.
Las aseguradoras tienden a establecer criterios uniformes para todas las cocinas profesionales. Entre los requisitos más comunes destacan:
Certificación reconocida: UL300 o UNE-EN 16282-7.
Protección integral: campana, filtros, conductos y zona de cocción.
Instalación profesional: empresa registrada en el RIPCI.
Documentación técnica completa: certificados, planos, fichas del sistema.
Mantenimiento periódico: revisión anual y controles mensuales por parte del usuario.
Cumplir con estos puntos garantiza que el sistema esté legalmente reconocido y funcionalmente operativo, dos condiciones que las aseguradoras revisan con rigor antes de aprobar una póliza o autorizar un pago por siniestro.
Las aseguradoras no solo exigen que el sistema esté instalado, sino que también se acredite documentalmente. Entre los documentos más importantes se encuentran:
Certificado del fabricante del sistema.
Certificado del instalador autorizado.
Declaración de conformidad CE o UNE.
Informe de mantenimiento anual.
Sin esta documentación, incluso un sistema instalado correctamente puede ser motivo de rechazo en la indemnización. La trazabilidad es clave: todo debe estar registrado, firmado y actualizado.
El mantenimiento anual y la limpieza periódica de la campana extractora son esenciales. La acumulación de grasa en filtros y conductos es una de las causas más comunes de incendios en cocinas industriales.
De acuerdo con el RIPCI, toda instalación de extinción automática debe someterse a una revisión anual por técnico cualificado, además de una inspección mensual interna realizada por el propio establecimiento. Las aseguradoras pueden anular la cobertura si detectan incumplimientos en estos procedimientos.
En este blog de extintores, siempre insistimos en que la prevención y la certificación son los pilares de una cocina segura. No se trata solo de cumplir con la aseguradora, sino de garantizar la protección del personal, la clientela y el propio negocio.
Algunos consejos esenciales incluyen:
Instalar únicamente sistemas certificados y homologados.
Conservar todos los certificados técnicos actualizados.
Realizar limpiezas profundas mensuales de filtros y conductos.
Contratar un servicio técnico autorizado para el mantenimiento anual.
Documentar con fotografías y registros todas las revisiones.
Implementar estas medidas no solo evita sanciones o rechazos de póliza, sino que incrementa la confianza tanto de los inspectores como de los clientes.
Adoptar un sistema certificado para la extinción de incendios en cocinas industriales ofrece múltiples beneficios:
Actuación automática inmediata ante el fuego.
Protección total de la instalación (campana, filtros y conductos).
Cumplimiento legal y normativo.
Reducción de la prima del seguro.
Prevención de cierres temporales por siniestros.
Continuidad operativa garantizada.
Un sistema certificado no solo evita pérdidas materiales, sino que protege el valor más importante: la seguridad y la reputación del negocio.
Hoy en día, ninguna aseguradora seria ofrece cobertura completa a una cocina industrial que no disponga de un sistema automático certificado. Estas medidas no son una simple exigencia burocrática, sino una garantía de seguridad y continuidad empresarial.
Cumplir con la normativa vigente, instalar sistemas homologados y mantener una documentación impecable son pasos esenciales para operar sin riesgos. En el sector hostelero, donde el fuego puede destruir años de esfuerzo en minutos, la prevención y la certificación son la mejor inversión posible.
Si quieres operar con tranquilidad, instala un sistema certificado, mantenlo al día y conserva cada documento técnico. Así, podrás proteger tu inversión, tu personal y tu futuro.